Imatge o vídeo destacat
20201016- Tinc deures M'ajudes.jpg

¡Tengo muchos deberes! ¿Me ayudas?

Cuando entro en A100, a veces se me acerca una adolescente diciendo que hoy no tiene deberes, u otro viene angustiado a decir que sí que tiene, y que necesita que le explique o ayude. Detrás de cada frase o gesto puede haber tantas cosas!

No tengo deberes...

...porque las profes dicen muchas cosas y no sé por donde empezar.

...porque en el insti y en A100 es más divertido charlar de juegos del móvil o reír de otras cosas.

...porque no entiendo de qué me pueden servir.

...porque como nunca me preguntan...


Hoy tengo muchos deberes, me tienes que ayudar...

...porque no lo sabré hacer, siempre me riñen porque no lo hago bien.

...porque si no me despistaré.

...porque necesito que me lo expliquen diferente.

...porque solo no podré.


Os propongo que nos paremos, hagamos tres respiraciones profundas:

1...

2...

y 3.

Ahora conectamos con aquella vez que nos encontramos ante un trabajazo y no sabíamos por dónde empezar... ¿qué necesitábamos en aquel momento?

Y aquella vez que nos estuvieron riñendo y todavía no hemos entendido por qué... ¿qué otra cosa nos habría ido bien que nos dijeran?

Y otra, cuando no éramos capaces de decidir, porque no sabíamos si teníamos bastante elementos para tomar la decisión correcta... ¿qué nos habría hecho falta?

Seguramente en todos los casos nos habría ido bien alguien que nos comprendiera, que entendiera nuestra situación, que nos ayudara a creer que lo podríamos hacer, que nos animara cuando no nos salía algo y nos diera esperanza para a seguir intentándolo porque confiaba que lo conseguiríamos...

En el espacio de aprendizaje de A100 procuramos ofrecer un lugar donde los adolescentes puedan motivarse para adquirir nuevos conocimientos y destrezas. A veces ya tienen la motivación y solo les hace falta una mano, una sonrisa de confianza o una mirada cómplice para mantenerla. A menudo, somos las persones adultas las que tenemos que ir regando esta motivación, y otras veces también lo hacen los propios compañeros, de forma mucho más efectiva y directa, cuando les ofrecen su propio testigo de superación. Disfrutar de este espacio cada tarde me ayuda a reconectar con la humanidad, con la vulnerabilidad de cada uno de nosotros y con la certeza que para salir adelante necesitamos que haya personas a nuestro alrededor que confíen en nosotros.



Escrito por Montse Corbera, educadora del espacio de aprendizaje del Centre Obert A100.