Este curso, distancia de proximidad

Cada curso estrenamos un lema, una frase que nos permite tener la mirada centrada en algún tema que queremos trabajar como entidad y, escuchando el momento de emergencia social actual que estamos viviendo y acompañando, este año hemos decidido poner el foco en un tema que también nos inquieta.

Es evidente que las consecuencias del confinamiento son y serán muchas. A nivel económico, en temas de salud mental, en relaciones familiares... ¿Y en el ámbito de las relaciones sociales? Vivimos una situación que pide de responsabilidad social y comunitaria pero en muchos casos, el hecho de reducir o evitar contactos nos hace más individuales, sin pensar en conjunto. Así lo vemos con la realidad de las personas a quienes acompañamos: viven situaciones tan complejas que no hay espacios ni tiempos para invertir en la parte social, y cada vez más estamos detectando relaciones sociales muy pobres, poco consolidadas, con niños, niñas y adolescentes enganchados a tdispositivos tecnológicos. 

Ante esto nos hemos preguntado: ¿es posible mantener una distancia de proximidad? Sabemos que es momento de apostar por la proximidad, lo practicamos a nivel de consumo, de cultura, de servicios... Así que ¿por qué no lo probamos también con el tipo de distancia que establecemos?

Desde la Fundación queremos centrarnos en este aspecto para resaltar la importancia de tener un espacio de confianza, con la puerta abierta y donde se puedan generar vínculos próximos y fuertes para sostener la realidad que vivimos. Por lo tanto, este curso mantenemos distancias pero día a día velaremos para que ésta sea de proximidad. ¿Lo conseguiremos?