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20220121 - Entrevista Cristina

La entrevista: Cristina García

CRISTINA GARCÍA LÓPEZ, 51 AÑOS, vecina de Badalona, madre de una niña que participa en el proyecto Aprenijoc. Activista social y miembro de la plataforma Aliança contra la pobresa energètica. 

Al conocer mis derechos, los interioricé.

¿Cristina, en qué momento y cómo conoces a Alianza contra la pobreza energética?

En el momento en que vi que no podía pagar los recibos de luz y agua. Eso fue en el 2015. Hice una búsqueda por internet y vi su Facebook.

¿Qué te motivó a participar en la Plataforma?

El ver que lo mismo que te ha pasado a ti, le pasa a mucha gente. Lo que me motivó fue el afán de ayudar, te enganchan. Allí se consigue empoderar a la gente. Saber que puedes ayudar a otras personas, eso me llena bastante y me hace seguir allí…

¿Cuál es el objetivo de la Alianza? ¿Qué es lo que reclamáis?

El principal reclamo es que haya suministros básicos para todos como lo son el agua, la luz o el gas. También regular y asegurarse de que todas las familias, sobre todo las más vulnerables tengan acceso a esos suministros. Nadie debe vivir sin luz o agua en casa.

¿Qué servicio ofrecéis en la Alianza a las familias que contactan con vosotros? ¿Qué se pueden encontrar?

El asesoramiento y acompañamiento. Ofrecemos también charlas y talleres.

¿Movilizaciones, caceroladas, apagones colectivos… Qué hace falta para conseguir más repercusión?

En la Alianza ofrecemos herramientas a las personas de apoyo, pero son las personas afectadas las que tienen que dar el primer paso y se tienen que involucrar. Les animamos a que sean ellas las que se dirijan a la compañía para hablar y si no le hacen caso, entonces la acompañamos.

 

Es importante que quede claro que la persona tiene que implicarse. Eso es lo principal. Desde la Alianza le vamos a ayudar y mucho, porque ejercemos mucha presión ante las empresas energéticas.

¿Cambia mucho el trato hacia los y las afectadas si se dirigen a las empresas de forma individual o acompañadas de profesionales o voluntarias de la Alianza?

Pues sí, por supuesto, pero es lógico.  Al principio sorprende, pero después lo entiendes. Y entendemos que no es lo mismo que vayamos unos cuantos voluntarios con nuestras camisetas rojas a que vaya la abogada a hablar con ellos. El trato no es preferente, pero si diferente.

Te hemos oído decir “lo primero es llenar la nevera y lo segundo pagar los recibos” ¿Cómo podemos hacer entender que el agua, la luz o el gas no son un bien de lujo sino una necesidad básica que todos tenemos que tener cubierta a un precio asequible?

Eso se ve rápido. La pobreza energética mata. Están haciendo negocio con un suministro básico para la vida de cualquier persona.

También existe el problema de aquellas familias que a lo mejor no tienen un contrato de su vivienda o están ocupando, pero que querrían regularizar su situación y pagar el suministro. Al no tener contrato, no les dejan regularizar su situación y deben saber que, en muchas ciudades, demostrando a través de Servicios Sociales un certificado de vulnerabilidad, empresas como AGBAR deberían instalar un contador social. Hablamos de familias que están en situaciones precarias, muchas de ellas ocupando una vivienda o que incluso están a la espera de un alquiler social.

¿Qué dirías que te ha aportado el colectivo?

Conocer mis derechos no solo como persona, sino como persona vulnerable. Una persona como tantas que no puede pagar, no que no quiere.

Al conocer mis derechos, los interioricé. Además, el arma más potente fue el empoderamiento: “Si yo no puedo, lo hacemos todas juntas”.

En la Alianza contamos con profesionales, como una abogada especializada, y contar con ellos, nos da seguridad y fuerza para seguir en la lucha.

¿Qué recomendarías a una vecina o vecino que se encontrara en una situación vulnerable?

Que venga a la Alianza, allí le ofreceremos herramientas. Y, sobre todo, que cuando el problema aparezca no lo dejen pasar y despierten cuando ya no hay remedio o ya les han cortado el suministro. Cuando ya vemos que no podemos pagar una factura, es muy probable que nos pase en la siguiente, y por lo tanto, el problema ya está ahí y entonces hay que actuar.

Si alguna familia tiene problemas con el consumo de la luz, con su factura o tiene una deuda energética, ¿Cómo puede ponerse en contacto con vosotros? ¿Qué debe hacer?

Nosotros hacemos asesoramientos colectivos los miércoles, cada quince días. En la web está la agenda con las fechas de las asambleas colectivas.

El servicio es gratuito y nos reunimos en Barcelona. En los asesoramientos colectivos, podrán exponer su caso.

¿Desde la Fundación cómo podemos aportar nuestro granito de arena en la lucha contra la pobreza energética?

Si hay alguna familia que necesita asesoramiento podéis derivarlos a que vengan a nuestras asambleas, allí hablaremos con ellos. También podemos ofrecer charlas informativas a las familias que atendéis en la Fundación.

Por cierto, entre varias compañeras, hemos sacado un cuento “I es va fer la llum”, un cuento infantil sobre la pobreza energética vista desde los ojos de un niño. La idea es pasar por escuelas y entidades a presentar el cuento y por supuesto contamos con la Fundación.

Entrevista realizada por Lídia Solé y Míriam Ibáñez.