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La entrevista: Sokhna, Florentina, Nisrine y Hafza

A mi me gustó, sobre todo, relacionarme y comunicarme con otras mujeres.

El curso pasado nos quedó pendiente esta entrevista y ha sido un regalo poder compartir con ellas este rato. Al principio, alguna de ellas estaba una poco nerviosa, pero poco a poco se han ido sintiendo más cómodas y hemos reído mucho. 

Sokhna Ndiaye Ep Gaye del Senegal, Florentina Chiriac de Rumania, Nisrine Soukra del Marroc i Hafza Bano del Pakistan.

¿Cuántos años estuvisteis como alumnas en FAR?

Hafza: Yo llevo desde el año 2017.

Sokhna: Llevo 3 años, empecé en el 2018.

Florentina: Yo dos años. Empecé en el año 2019.

Nisrine: Yo empecé el año pasado.

¿Cómo valoráis vuestros años como alumnas? ¿Qué es lo que más os gustó?

Muy positivo. Hemos aprendido mucho.

Hafza: A mí me gusta mucho la Fundación. Nos respetamos todas mucho. Estuve en otra escuela y no estaba a gusto. Aquí me siento muy cómoda.

Sokhna: Me ha ido muy bien para mejorar mi nivel de lengua castellana. Además me ha gustado el conocer a otras mujeres de otras nacionalidades, he aprendido mucho de ellas. Me han enseñado recetas de cocina de otros países. Hablamos mucho de cocina.

Nisrine: Yo llevo muy poco, pero lo valoro muy positivo.  Lo que más me gusta es el ambiente que se respira. No estás en clase, estás como en casa, en familia. Puedes compartir con el resto cómo te sientes. Se te hace corta la clase.

Sokhna: También hablamos mucho sobre nuestras emociones.

Florentina: Yo llevo dos años en la Fundación. A mi me gustó sobre todo el relacionarme y comunicarme con otras mujeres. Yo soy Rumana y en el proyecto no hay mujeres de mi país. Y me siento muy a gusto con todas ellas.

¿En qué momento y por qué se os ofreció pasar a ser de alumnas a profesoras voluntarias de las clases de lengua?¿Cómo vivisteis el cambio?

Rien...

Hafza: Mar (Coordinadora del Projecte FAR) confía mucho en mí y me dijo que yo podía hacerlo.

Sokhna: A mi igual. Yo jamás pensé que podría.

Siguen riendo...

Florentina: Yo de broma se lo dije a Mar y ella me tomó la palabra. Y este año me lo propuso.

Hafza: Al principio estaba muy nerviosa, ahora no tanto.

¿Y en casa qué opinan?

Florentina: A mi marido le da igual, pero mis hijos me dicen ¿Por qué no haces catalán?

Sokhna: Mi hijo me decía “pero mamá si tú no sabes hablar bien como vas a dar clase” pero con el tiempo me han ido animando y ven que sí puedo hacerlo. Yo ayudo también en casa a mi marido, porque se lía con los verbos y cómo construir las frases.

Hafza: Primero no confiaban mucho, pero ahora sí.

¿Cómo se siente eso de ser profesora de personas que antes eran compañeras de clase?

Hafza y Sokhna:  A las mujeres les gusta, se sienten cómodas porque nos conocen. Y están contentas.

¿Qué es lo que creéis que más valoran las participantes de FAR?

Las ganas de aprender. Y el relacionarse con otras mujeres.

Muchas están cansadas de solo estar en casa, limpiando y cocinando. Es un lugar donde descansar la mente. De relajarse, de olvidar por un rato sus problemas. Reír, llorar, bailar, cocinar… Se sienten como en casa, como hemos dicho antes.

Además de dar clase, ¿En qué más participáis del proyecto? 

Sokhna: Sí, vamos a las reuniones y a las evaluaciones del curso. Se nos tiene en cuenta y si tenemos que decir algo, lo decimos.

¿Propondríais algún cambio o mejora en el proyecto FAR? ¿Tenéis alguna idea que queráis compartir?

Ahora no se nos ocurre nada, pero lo tendremos en cuenta.  Porque somos muchas mujeres con muchas ganas de hacer cosas y tenemos muchas cosas en común.

Después de veros dando clase, ¿Qué mensaje le daríais a vuestras alumnas y compañeras?

Florentina: Un mensaje de ánimo para que aprendan mucho y que se relacionen con personas de otras nacionalidades, no solo con sus paisanos.

Nisrine: Que estudien mucho y aprovechen el tiempo. Que no tengan miedo a equivocarse, que se lancen a hablar y si les corrigen no pasa nada, así se aprende.

Sokhna: Los idiomas cuestan, pero hay que esforzarse. Catalán hay menos mujeres que lo estudian, pero hay que aprenderlo porque es la lengua que se habla aquí. 

Todas ellas llegaron a Cataluña sin saber hablar español, alguna hablaba francés. Son mujeres muy valientes al llegar a un país diferente y aprender la lengua, adaptarse a nuestras costumbres, querer integrarse y conseguir ser personas autónomas.

En la Fundació estamos muy orgullosas de contar con ellas en nuestro equipo y de compartir este espacio de relación como es el proyecto FAR.

Entrevista hecha por Lídia Solé.