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Beni

La entrevista: Beni López

Formada inicialmente en el mundo artístico (cursó Bellas Artes), Beni recuerda que de pequeña era la típica niña que dibujaba bien y que hacía los dibujos de los otros aunque la profe la riñera. Entró en contacto con “lo social” y desde entonces combina las dos facetas con la misma pasión. Actualmente forma parte del equipo del Centre Obert.

¿Qué hacías antes de entrar a trabajar con nosotros?

Mi recorrido vital ha sido bastante variado. Soy una persona inquieta y me gusta experimentarlo todo.
Empecé en el mundo creativo, trabajando como diseñadora textil ya hace muchos años (sonríe). Con los años me fui formando como educadora social, primero como voluntaria en un centro abierto de Santa Coloma de Gramenet, donde mantengo una relación especial y de mucho cariño, y después trabajando con jóvenes en riesgo de exclusión social formándoles en diseño gráfico. Como puedes ver, la parte creativa y la parte social han ido siempre de la mano … También he trabajado en un centro especial de trabajo con personas discapacitadas (un mundo apasionante), y finalmente he llegado a esta casa, que me ha recibido con los brazos y el corazón abiertos y donde me siento como si llevara toda la vida aquí…. ¡y sólo llevo tres meses!

¡Sólo tres meses! ¿Y cómo ha sido tu aterrizaje?

La verdad es que no podía haber sido mejor. La acogida ha sido espectacular. Como ya te he dicho antes, me siento como en casa desde el primer día. Hay un equipo profesional muy potente tanto a nivel humano como técnico.

¿Cómo nos conociste?

Ya hace unos años que oí hablar de la Fundación y de su labor en el barrio de la Salut a través de encuentros y espacios de trabajo en red con otras entidades, pero fue cuando me comentaron que buscaban a un educador/a que me informé más de sus proyectos, de sus orígenes, de los valores educativos…. ¡y me puse en contacto!

¿Por qué nos escogiste?

Me pareció un reto muy interesante. Mi experiencia ha sido principalmente centrada con jóvenes con riesgo de exclusión social y adultos discapacitados, la oportunidad de trabajar con infancia ha sido siempre uno de mis objetivos, más allá del voluntariado. Cuando me ofrecieron formar parte del equipo no lo dudé!

¿Cuál es tu labor en la Fundación?

Pues mira, podría darte la descripción técnica de mis funciones dentro del Centre Obert, pero prefiero explicártelo desde dentro: lo que hacemos es acompañar a los menores en su proceso vital, con presencia en su día a día, con sencillez y con la mano tendida para que puedan caer tantas veces como necesiten y se puedan volver a levantar.
Además del trabajo con menores, participo en el taller de mujeres que llevamos a cabo dos viernes al mes.
Es una propuesta muy interesante destinada a las mujeres inmigrantes del barrio que ya participan en los cursos de catalán y castellano de la fundación. Les ofrecemos un espacio para conocerse, desarrollarse y potenciar su autoestima. También trabajamos para mejorar su integración en el día a día del barrio y las costumbres del nuevo lugar de acogida. En definitiva, les ofrecemos una puerta para relacionarse y crecer como personas.

En estos tres meses, ¿qué destacarías?

Destacaría especialmente la facilidad que me han dado. Me ha resultado muy agradable la incorporación y la integración dentro del equipo.
Respecto al trabajo, el cariño que he encontrado de los menores es admirable y referente a la hora de continuar trabajando con menores en riesgo de exclusión.

¿Alguna anécdota?

La verdad es que cada día hay cosas para explicar y que, después de una jornada intensa y llena de actividades y sensaciones, siempre encontramos un espacio para compartirlas, para desconectar. Estos momentos son muy positivos para el equipo ya que te permiten expresar lo que has vivido aquel día (en ocasiones cosas emocionalmente potentes) y hasta llegar a reír todos juntos. ¡Es una buena terapia!
Pero vamos con la anécdota. Como has podido comprobar, ¡¡no me gusta hablar!! (me guiña el ojo y sonríe) No hace mucho, a un menor de mi grupo, en una excursión que hicimos, le cogió un ataque de hipo y no podía parar… No sé si a ti te lo hacían de pequeña, pero a mi, mi madre, cuando me cogía hipo, me decía cualquier cosa que me sorprendiera, algo como: “por qué has roto esto!” o “ te estás portando muy mal hoy”, y de repente se me cortaba el hipo.
Así que le dije a ese niño, con la cara muy seria: “Que sepas que estás castigado sin jugar durante toda la excursión”.
Me miró con expresión de desconcierto y de no entender a qué venía eso. Le pregunté si aún le duraba el hipo y, cuando se dió cuenta de que no, me miró como si estuviera mirando algo mágico y me dijo: “¡Ala!, ¡en verdad, tú eres muy lista!”. Me reí mucho. Son estas pequeñas cosas que te llenan el día a día.

¿Y a partir de ahora qué?

En concreto, como estoy en el grupo de Grans y estos el próximo año o al siguiente habrán terminado la primaria, espero que no pierdan el contacto con nosotros y que les podamos seguir acompañando dentro de nuestras posibilidades. Y en general, continuar luchando y creciendo tanto como persona como profesional dentro de la Fundación.