
Juegos, deberes, lechugas y familias
Son las cinco de la tarde, ha llegado la primavera y con ella, a parte de las primeras caléndulas y capuchinas, están apareciendo los primeros frutos de un huerto muy familiar. Entre lechugas, rábanos, judías y guisantes… los niños y niñas de ApreniJoc comparten con sus familias un trocito de su camino en la vida.
Al inicio de este año escolar nos planteamos una pregunta en nuestro plan de trabajo con los niños y sus familias… ¿Y si invitamos a las familias a pasar una tarde con nosotras? Y así es como decidimos ¡abrir la puerta a ApreniJoc una vez al mes! En efecto, es una experiencia que facilita la participación e implicación con el proyecto, descubriendo un mundo en qué los niños y niñas se sienten muy especiales ya que su familia está con ellos y sus amigos para jugar y aprender juntos. A la vez, para las familias que asisten se abre una oportunidad de conocer de primera mano el espacio que acoge a sus hijos, el estilo de acompañamiento que las educadoras realizan y también se consolida el proceso de vinculación entre la educadora y los padres y madres. Confianza, serenidad y ayuda mutua cobran sentido.
La referente de familias de la Fundación también participa estas tardes en el proyecto, centrando su atención en cada familia, para que se sienta acogida, escuchada, cómoda y que pueda participar y aprender de las actividades al lado de sus hijos.
Así pues, una vez al mes las familias comparten la tarde sentadas con sus hijos e hijas, junto con otros niños de los cuales quizás sus padres no han podido asistir, mientras hacen los deberes, preguntando a las educadoras las duda que tienen, expresando sus inquietudes y necesidades a nivel educativo con sus hijos, pero, sobre todo, riendo y divirtiéndose en un ambiente relajado.
Unos juegos de mesa, algunas adivinanzas, juegos por quipos para aprender geografía, historia o arte, juegos de toda la vida como el escondite, la pelota y la cuerda, también nos acompañan en familia. Y, para acabar, ¡de este último encuentro salimos con la barriga llena! Y es que cada familia que participó probó la lechuga del huerto ecológico, un pequeño proyecto dinamizado por las educadoras de Aprenijoc junto con tres padres del proyecto. Seguro que esta lechuga tiene sabor a un camino juntos, en el que las huellas no se borrarán cuando llegue el invierno.