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Casa

Sintiémdonos como en casa

Hay tardes en ApreniJoc que te hacen sentir como en casa: ¡no hay nada como estar en familia! Así nos pasa en los encuentros mensuales donde disfrutamos de un espacio conjunto niños/as, voluntariado y familias. Todavía tenemos una sonrisa en la cara al recordar la última que hicimos donde llevamos a cabo un taller sobre nutrición y un espacio de reflexión sobre la mujer.

A primera hora hicimos una actividad sobre la alimentación de la mano de una nutricionista donde descubrimos que nuestro cuerpo es como un móvil, que necesita cargar energía con todos aquellos hidratos de carbono que encontramos en un buen desayuno y una posterior comida y/o cena. A continuación, nuestro cuerpo sería como un móvil en el que las principales aplicaciones están al día. Estas serían las proteínas, que nos ayudan a estar fuertes para disfrutar del día con mayor vitalidad. Finalmente, nada tendría sentido sin una buena funda, ¡las vitaminas y los minerales!

Una vez aprendimos estas partes, nos encontramos repartidos por familias, con las que teníamos que simular que íbamos al mercado a comprar todo aquello que necesitáramos para disfrutar de un día saludable. ¡Los resultados fueron sorprendentes! Vitaminas y minerales a mansalva, hidratos de carbono para cargar nuestras pilas y proteínas para fortalecer nuestros corazones.

Por si no habíamos hecho suficiente… la tarde acabó con un espacio de reflexión sobre la mujer. Los niños/as más pequeños descubrieron, con el cuento ¡Las princesas también se tiran pedos!, que el mundo de las princesas no es tan diferente al del resto de los humanos y que son personas normales y corrientes, que viven y respiran como nosotros. Por otro lado, los mayores compartieron en grupos quienes eran las mujeres más importantes de su vida, de donde salieron respuestas como:

¡Es la mejor madre que he tenido y cuando estaba en Marruecos es la mejor abuela que he tenido y siempre me abrazaba!

Muy contenta con mis hijas, una casada y esta que ves aquí, que yo le he escrito, te quiero.

Gracias por ensenyarme a ser buena persona, Mª Rosa.

Las madres, por su parte, también compartieron algunas reflexiones muy importantes sobre la figura de la mujer y el 8 de marzo:

Nosotras no podríamos hacer huelga. Tenemos que bajar a los niños al cole, traerlos, recogerlos, las cosas no pueden quedar para otro día sin hacer. Los niños estarían desmadrados, sin hacer nada, sin comer, sin nada, no podemos hacer huelga, tendremos que trabajar. La forma para poder descansar sería si el hombre colaborara en casa, así nos podría ayudar a hacer las cosas si estuviera en casa.

Así nosotros nos sentimos a gusto, siendo nosotros mismos, como niños/as, madres, padres y educadores. Y compartiendo un mismo espacio, una tarde, donde compartimos espacios de encuentro y de intercambio, de crecimiento y de mirada. Compartiendo mesa y género.