
Entrevista: Susanna Campos
¡Cada día pasan por mi cabeza mil emociones!
SUSANNA CAMPOS AYALA, 43 años. Nacida en Barcelona, lleva toda la vida viviendo en Badalona, concretamente en el barrio de Bufalà.
Diplomada en educación social, siempre ha ejercido como tal, pese a tener también la licenciatura en psicopedagogía.
Hasta marzo de este año, ha sido la Responsable de Servicios Sociales en el barrio La Salut.
Hoy entrevistaré a Susanna. Una madre de dos hijas, enérgica y soñadora con la que ha sido un placer trabajar durante estos años en el barrio La Salut.
Susanna, ¿desde cuándo trabajas como Responsable de Servicios Sociales del equipo de La Salut? ¿Lo pediste tú o te lo propusieron?
Como responsable empecé en noviembre de 2011 y lo he sido hasta marzo de 2017. Yo ya llevaba ocho años como educadora en el equipo de La Salut y, con la nueva ley de servicios sociales, tuvieron que contratar a más personas y todos los equipos se ampliaron. En aquel momento, pese a que estaba muy a gusto con mi equipo, valoré que sería muy positivo cambiar de zona, ya que llevaba bastante tiempo en el mismo sitio y pensaba que estaría bien hacer un cambio. Estuve un par de años en Can Cabanyes y, más adelante, me propusieron volver a La Salut pero como responsable. En aquel momento no era mi idea pero entonces pensé que si tenía que ser responsable de algún barrio, lo tenía que ser del de La Salut. ¡Y así fue como empecé como responsable aquí! Primero estuve como responsable de los barrios de Llefià y La Salut de forma provisional durante cuatro años, pero después vino una compañera para liderar Llefià y, en exclusividad como responsable de La Salut he estado dos años más.
¿Qué diferencias notaste en el barrio cuando llegaste esta segunda vez respecto al año 2001?
La verdad es que no noté mucho cambio. Pero sí que es cierto que la primera vez que estuve trabajando en La Salut era un barrio más confortable. Había un buen apoyo económico en algunos recursos como el Pla d’Entorn y, cuando volví, estos recursos habían disminuido significativamente. El perfil de usuario sí que había cambiado en estos dos años. Personas que nunca habían sido atendidas por servicios sociales, ahora, porque habían perdido el trabajo o la casa, se habían visto obligadas a ser usuarias nuestras para pedir algún tipo de apoyo.
En el diagnóstico sobre la situación de la infancia en el barrio se detectaban algunos temas que son motivo de alerta, como la situación de la vivienda, los problemas de salud mental, la falta de espacios de ocio positivo para niños y jóvenes… Según tu opinión, ¿qué problemas son los más graves?
Si, recuerdo el informe… fue en 2015.
Pues para mí uno de los problemas más graves en estos momentos es la vivienda. Sobre todo el tema de la vivienda ocupada, es brutal. Gente que te cobra para abrirte un piso que no es suyo, que incluso te hacen un contrato falso… Esto comporta que una familia se encuentre de un día para otro recibiendo una orden de desalojo de un piso que se piensa que está alquilado legalmente y se ven obligados a salir de casa en pocos meses. También está todo el tema de la insalubridad de las viviendas. Edificios enteros afectados por plagas de cucarachas, la sobre ocupación, familias enteras acogidas en casa de los abuelos…
Cierto… en la Fundación estamos haciendo mensualmente unos desayunos con familias y agentes del barrio para hablar de diferentes temas que nos afectan. En el último, estuvimos hablando sobre el barrio. Efectivamente, salieron temas como problemas con la vivienda ocupada, viviendas en condiciones poco saludables como barracas antiguas, inseguridad, falta de espacios verdes…
Si… Además, otro tema importante para mí es la infancia en riesgo, y que, aunque haya un recurso educativo como es el vuestro, es insuficiente porque no cubre todo lo que representa el barrio. Y también están todas aquellas familias más normalizadas, que no son tan vulnerables y que necesitan un recurso educativo como el vuestro pero como no cumplen los requisitos del perfil para acceder, pues se quedan fuera. No hay suficiente oferta educativa de casals, de tipo deportivo… Aunque La Salut es un barrio que tiene recursos, todavía son insuficientes. Pero bien, desde el gobierno ya se está trabajando para mejorar la oferta y la accesibilidad de las familias.
¿Qué situaciones viven las familias y cómo han ido evolucionando o cambiando a lo largo de estos años?
Muchas de las situaciones familiares que se están viviendo actualmente son consecuencia de la problemática de la crisis, que ha sido la que ha provocado todo este malestar que en algunos casos ha acabado desembocando en maltratos, depresiones…
Preocupa mucho que cada vez haya más adultos y niños con problemas de salud mental, sin diagnosticar, sin un tratamiento.
Los centros de salud en general están sobresaturados. Entonces es cuando nos encontramos que estas personas no están siendo atendidas como deberían estarlo. Y ya no son únicamente los que no están diagnosticados, sino que los que sí lo están no tienen un seguimiento adecuado.
¿Cómo se ve el barrio de La Salut desde la Administración? ¿Qué apoyo proporcionan? ¿En qué se necesitaría más apoyo?
Pues yo creo que ahora se está haciendo un esfuerzo importante de sensibilización. En la Administración son conscientes de las realidades, escuchan y se están generando propuestas más pro activas. Hay consciencia sobre la problemática y la necesidad de abordarla.
Como mínimo hay mucha escucha activa y se están creando diferentes comisiones para trabajar en diferentes ámbitos, donde se están haciendo demandas y propuestas. Pero los procesos son lentos.
¿Más apoyo? Pues de entrada se tendría que cumplir con las ratios de profesionales, no únicamente en Servicios Sociales sino también en otros servicios. Más oferta socio educativa. Más vivienda social. Impulsar otras propuestas como la ayuda que se hace a Barcelona con las tarjetas monedero de 100 euros. También con el tema de salud mental, prevenir las situaciones que están viviendo los niños. Ayudas a las familias para materiales y libros escolares. Y un largo etcétera. A veces sentimos que tenemos poca incidencia pero lo que me llevo es el acompañamiento que hacemos a las familias.
Tú has estado tratando durante seis años con muchísimas personas del barrio. ¿Qué te llevas?
Pues mira, yo pienso que a veces sentimos que tenemos poca incidencia pero lo que me llevo es el acompañamiento que hacemos a las familias, aunque a veces no sea con la intensidad deseada y necesaria. Muchas horas se quedan en tareas burocráticas de rellenar papeles. Nosotros, por desgracia, no tenemos la solución a todos los problemas. Creo que haciendo estos acompañamientos sí que puedes provocar situaciones de cambio, cambio de mejora. Y las familias lo agradecen mucho.
Ahora que en el barrio hablamos tanto de emociones… ¿qué emociones pasan por dentro de una Responsable de Servicios Sociales en su trabajo diario? ¿Cuáles destacan?
Ufff, ¡yo creo que en un mismo día pueden pasar muchas emociones por la cabeza! La ira, la alegría, la desilusión… Hay momentos en los que ves que no puedes provocar cambios ni incidencias, entonces es un sentimiento de impotencia, pero también hay momentos de alegría compartida e ilusión.
Hace mucho tiempo que conoces la Fundación. Has visto a muchas de la personas que han pasado por nuestro equipo… danos una visión de la Fundació Salut Alta desde Servicios Sociales. ¿Con qué te ha gustado más trabajar y qué te ha costado más?
A mí en un principio me costó un poco cambiar el chip. Yo conocía la Fundación desde mi perspectiva de educadora y habíamos trabajado mucho conjuntamente. En general el sentimiento es que trabajar con la Fundación es muy fácil. Si pudiese pedir alguna cosa sería poder hacer planes de trabajo más compartidos, pero para eso las educadoras tendrían que poder salir más del despacho.
¿Qué otros proyectos crees que faltan en el barrio?
Yo ahora estaba pensando que haría falta apostar más por los recursos de intervención grupal con las familias. Es mucho lo que se está haciendo, pero sobre todo con recursos para los adolescentes. Todas las propuestas para apoderar a las familias son muy chulos. Por tanto, seguiría en la línea de poder ofrecer instrumentos que les den seguridad para que sean capaces de poder ayudar a sus hijos.
¿Qué le pedirías a la Fundació Salut Alta respecto al barrio? Ahora estamos repensando nuestra intervención comunitaria y tu opinión nos interesa mucho.
Rebajar las expectativas a las familias y continuar ofreciendo espacios educativos a los niños. Dar un paso más en el trabajo conjunto ahora mismo es inviable por las condiciones en que nos encontramos en la Administración para hacer un seguimiento más compartido de las familias que atendemos.
Después de estos años en La Salut, ahora te vas como educadora a otro equipo. ¿Cómo afrontas la nueva etapa?
¡Con mucha ilusión y con ganas de aportar mi granito de arena al nuevo equipo! Y también con ganas de conocer otras realidades y otras maneras de trabajar.
Para acabar… explícanos:
- Una anécdota de tus años en La Salut
A ver que pienso… Mira, a mí una cosa que me impactó mucho a nivel emocional fue que una chica rumana que atendía, una chica con muchas capacidades a nivel intelectual y con la que se hizo un trabajo muy bonito, se quedó embarazada y cuando tuvo a la niña le puso el nombre de Susanna “en mi honor”.
- Una persona que te llevas de manera especial
No pondría nombre. Diría que todas las entidades del barrio, los diferentes servicios, el equipo. Toda esta gente que con motivación, ganas y empuje continúa luchando para cambiar las cosas.
- Un lugar
Pues un lugar… el mercado. Es un espacio confortable, muy familiar y ¡al mercado de La Salut especialmente le tengo mucho cariño!
- Un reto conseguido
Pues bien, yo pienso que a pesar de las dificultades del día a día, la gente continúa con muchas ganas y con implicación, tejiendo la red diariamente. Se lo creen de verdad.
- Un sueño no cumplido
El hecho de intentar poder salir más a la calle ya que es una labor más enriquecedora como educadora. Por el volumen de carga de trabajo es inviable en estos momentos pero esperamos que algún día se pueda recuperar el poder hacer más trabajo de calle!
Tan solo nos queda agradecerte tu paso por el barrio, tu alegría, tu disposición… Mucha suerte en el camino que empiezas!!!
Muchas gracias a vosotras y hasta pronto.